Imagen: Mi archivo personal. Foto de mi hijo.
A TODOS, a vosotros
Los silenciosos seres de la noche
que tomaron mi mano en las tinieblas,
a vosotros, lámparas de la luz inmortal, líneas de estrella, pan de las vidas, hermanos secretos,
a todos, a vosotros, digo:
no hay gracias, nada podrá llenar
las copasde la pureza,
nada puede contener todo el sol
en las banderasde la primavera invencible,
como vuestras calladas dignidades.
Solamente pienso que he sido tal vez digno de tanta sencillez, de flor tan pura, que tal vez soy vosotros,
eso mismo, esa miga de tierra, harina y canto, ese amasijo natural que sabe de dónde
sale y dónde pertenece.
No soy una campana de tan lejos,
ni un cristal enterrado tan profundo
que tú no puedas descifrar,
soy sólo pueblo, puerta escondida,
pan oscuro, y cuando me recibes,
te recibesa ti mismo, a ese huésped
tantas veces golpeado
y tantas veces renacido.
A todo, a todos, a cuantos no conozco,
a cuantos nunca o yeron este nombre,
a los que vive na lo largo de nuestros largos ríos,
al pie de los volcanes, a la sombra
sulfúrica del cobre, a pescadores y la briegos,
a indios azules en la orillade lagos centelleantes como vidrios,
al zapatero que a esta hora interroga clavando
el cuero con antiguas manos, a ti, al que sin saber lo me
ha esperado, yo pertenezco y reconozco y canto.
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